Podría definirlo igual que la mayoría de las personas: uno de los peores años, una pandemia mundial, un virus llamado covid19, miles de personas fallecidas, mascarillas, restricciones, estados de alarma, toques de queda, protestas mundiales, incendios devastadores, conflictos mundiales, crisis económica, etc., y sé que tiene todas estas cosas malas y mucho más, pero también tiene esa parte donde nos han permitido pasar más tiempo en familia, reencontrarnos, conocernos, descubrir cómo somos, ver todo aquello en nosotros que solíamos esconder bajo máscaras que nos colocábamos, enfrentarnos a nuestros miedos, dar importancia a otras cosas, ver a donde no queríamos ir o volver, alejarnos de todas esas personas que no resonaban igual que nosotros, dejar de hacer todos esos sin sentidos en los que estábamos metidos solo por motivos sociales o comodidades.
Alguien podría decir que es fácil hablar cuando no has perdido nada ni a nadie en esta situación, pero créeme si te digo que se lo que es vivir sintiendo el aliento de la muerte en tu mejilla y haber tocado fondo, he estado en esos dos lugares antes y puedo saber lo que se siente. Creo que todo cambia en el momento en el que dejas de luchar contra lo que sucede y confías en que todo tiene una explicación, aunque no la puedas entender.
Cada persona nace con unas habilidades o dones y todos poseemos una o varias de ellas, en mi caso los idiomas nunca han sido una de ellas, se me dan fatal, pero tengo una debilidad especial con ciertas palabras que cuando las escucho producen música dentro de mí, aunque no sepa lo que significan. Esto me ocurre en especial con el Sánscrito (lengua clásica de la India), y con muchas de sus palabras. Una de ellas SRADDHA, habla de la confianza en algo que está por encima de nosotros. Es difícil la traducción real, pero viene a decir algo así como la confianza y la fe que albergamos en nuestros corazones. Existen algunos lugares en la India aún que utilizan un saludo precioso relacionado con esta confianza, algo parecido a esto:
“DIOS NO TIENE NADA MALO CONTRA TI”
Y quizás la palabra Dios no sea agradable para todos los oídos o quizás sí, pero solo son palabras que podemos sustituir por vida, naturaleza o universo y su profundidad seguiría intacta.
¿Imagina a tu vecino, amiga, enemigo, jefa, familia saludándote así todos los días “dios, la vida o el universo no tiene nada malo contra ti”?
¿Cómo crees que sería vivir con la confianza y la fe tanto en ti, como en que todo tiene un sentido, aunque no lo puedas entender?
